En mi, se produce una reacción mixta de sensaciones.
Un cóctel.
Por momentos, me siento feliz, con ganas de seguir adelante, esperanzado.
Luego, me siento aburrido, decaído, inferiorizado, confundido.

Como si todo lo que me pasa, me pusiera a pruebas una y otra vez.
Como si el presente me jugara una mala pasada, un mensaje, tal vez, de renuncia inmediata.

Una advertencia subliminal de que algo anda mal, de que hay que parar.
Acto seguido, un mensaje de Esperanza, de felicidad, y perseverancia.
Un mensaje de Lucha y Valor.

No consigo suprimir la confusión.
No consigo dejar fluir, dejarme fluir.

Me encuentro como una cascada.
Donde por momentos, todos los sueños se caen precipitadamente...para luego seguir un curso tranquilo y sereno.

Será momento de desistir?
Ha llegado ya eso?

Quisiera saberlo.
Quisiera comprender, por qué algo tan bonito, te puede hacer tan mal.
Quisiera saber por qué me simbiotizo tanto con eso.
Quisiera saber si estoy en lo correcto.

Y luego de esa agitada tormenta, aparece nuevamente la duda.
Aparecen los miedos, y luego la seguridad. Para caer en naufragicos pensamientos.

Una luz, un mensaje, pero, claridad. Sólo necesito UN POCO de Claridad.

Sorpresas, acontecimientos inesperados, actos que traen regocijo, felicidad.
Felicidad que viaja desde lo remoto del cosmos, desde un pasado no tan distante, un acto que trae esperanza.
Un pasado verde y feliz, un recuerdo distante de bellas épocas de oro y juventud.
Épocas donde no había preocupación, épocas de plenitud mental.
Un lugar guardado en mi memoría.
Un pasado movedizo, un pasado que trae sonrisas, un pasado alegre también...
Nos contempla desde lo lejos, para ver como evolucionamos ante las posibilidades y los desafíos.
Un pasado que trae esperanza, un pasado que alienta el cambio, un pasado anti inercia, un pasado rasonable.
Me convenzo cada día más, que el cambio, la revolución, son la clave para un mejor porvenir, para enfrentar con nuevas armas el futuro.
Momentos como este, me hacen desear tenerte más cerca mio, para poder aprender mejor de mis errores, como si fueses un camino a seguir, como si fueses una partitura, como si fueses esa madre ausente.
Un tutor, que me diga hacia a donde ir, cómo avanzar.

El pasado brilla como la Luna en una noche despejada, el pasado sigue ahí, enseñandome cosas, el pasado sigue ahí, desafíante, quizá, más que el futuro.

 Cambiar está mal?

Quizá no tengo la respuesta.

Mantenerse Igual está mal?

Tampoco lo sé.

Es verdad, que cambiar es positivo muchas veces, es verdad que el cambio es opción, flexibilidad...
Y que el estatismo es rigidez, dureza,  frialdad.


No hay nada que te venga bien. No hay nada que pueda hacer para contentarte. No hay nada que te satisfaga, en especial si viene de mi.
No hay lugar a la opinión, porque estamos atrapados en esta dictadura, una dictadura familiar, disfrazada de férrea democracia, con todas las de la ley.
Una fachada que varios creen, incluso los que la practican.
Falla la historia, mejor dicho, nos falla la memoria, porque vivimos repitiendo errores, recalcando el pasado, nadando en lágrimas que ya cayeron de nuestros ojos, seguimos dando vueltas en circulos, sin intención de cambio.
Por eso mismo, dejaré fluir todo, no pondré palos en la rueda para nada.
No hay intención de cambiar mi actitud.
No hay intención de algo mejor en este momento.
No hay intención, no hay fuerza, no hay acción.

El pasado EXISTE, NO MUERE, parece venir desde algún oscuro recoveco de mi habitación para hacerme pelea, para subestimarme, para cortar todo mi cuerpo con navajas punteagudas de placer pasado.
Con Placer sádico, con placer inocente, aunque inborrable, cual mancha de petroleo en el mar, tarda en quitarse, años y años.
Parece ser que ante el menor estímulo del pasado, el peón cae seducido ante su mágica fortaleza y siento que si no pongo resistencia, me volverá a atraer, el pasado vendrá por mi.
Soy tan débil, nuevamente perplejo, y sin poder entender realmente lo que me pasó...
Entiendo, pero también desconozco, qué sucede a mi alrededor, cuando la gente me habla, cuando dialogo con ellas, todo lo que conozco se pierde. Múltiples realidades me abordan, y al final, no termino entendiendo ninguna.
Quisiera aveces poder borrar el pasado, o poder superarlo más rápido, pero soy lento, débil, inconcluso, y me siento mal. No puedo creer porqué me pasan estas cosas, porqué el destino me vive poniendo a prueba.
Qué tenés para mi?
Qué tenés reservado?
Me encantaría poder superar el pasado. Poder seguir adelante sin cicatrices, aveces quisiera escapar, aveces quisiera ser un objeto.
Aveces quisiera cambiar tantas cosas, que me encantaría poder cambiarme...

Ultimamente pienso que no estoy a la altura de las circunstancias.
De que de a poco, me voy convirtiendo en un débil jugador de la realidad.
Que todo a lo que me dedico, es algo innecesario, algo sin sentido, algo que además, hago mal.
Aunque obtengo logros, las derrotas pesan más que ellos, la balanza nunca se encuentra en equilibrio.
Comienzo a replantearme ciertos interrogantes nuevamente y hay momentos de dura dedición.
Aunque  también hay momentos en los que mi mente titubea, en los que pide detenerse para pensar qué hacer...
Mostrando marcas del pasado, el presente se sucede sin más, y no hay quién lo detenga.
Me veo endeble ante el futturo, e indeciso del presente.
A dónde estoy, y a dónde ire...
Pero por sobre todas las cosas, me dan ganas de desistir de todo, desistir, y hacer algo nuevo, pero no sé con seguridad, si soy yo, o son ellos.
Nunca lo sabré con seguridad, ni porqué el pasado me modifica aun hoy...
Insignificante y pobre ante el ancho mundo, ante el profundo mar, ante el misterioso futuro, me siento como una aguja en un enorme pajar, me siento como una oveja negra, como la mancha de petróleo que oscurece el mar.
Siento que estorbo, siento que no pertenezco.

Es posible que el tiempo me de seguridad, o me dé más dudas, pero seguiré, saldré al mundo a gritar mi verdad, para que todos la escuchen, y poder seguir un poco mejor, un poco más fuerte, un poco más certero.