Se me hace cada día más difícil ocultarlo, está ahí, a la espera, quiere darse a conocer. Me pone en jaque.
Está esperando que de un paso en falso para revelarse, para decir "acá estoy, este soy yo".
No sé bien cuándo pasó, el tiempo se acortó titánicamente, ahora parece insignificante, pero a la vez, es el que cumple el papel más importante.
Hay una necesidad de ser libre entrando en conflicto con la necesidad de ser reconocido.
Quizá, es el conflicto más largo de todos, o al menos, así me da la sensación.
Los sentidos se alteran ante todo, los días son más cortos, las noches más largas, la luz duele, el tiempo parece arena, todo parece cobrar nula importancia.
Euforía, risas misteriosas, la rutina parece un ritual al cual molesta faltar, un ritual al cual, la ausencia parece molestarle. Como si de alguna manera, ambos confabulan contra mi, para que diga la verdad en algún momento, para que me de cuenta de lo que está pasando detrás de todo esto. Parece una primavera dentro de un crudo invierno, algo no encaja en mi. Definitivamente, algo me corrió de eje, estoy rodando sin ningún sentido aparente a un futuro aún no revelado.
Aunque de, alguna manera, me alegra que siga siendo así, no quiero que pierda el misticismo y la potencia que viene trayendo. La marea está cambiando.

Ya no tengo claro si soy yo o si son los demás.
Cada día que pasa me siento aún más distante de todos, como si de alguna manera, yo no fuese el mismo, o si, de alguna manera, me doy cuenta poco a poco la clase de gente de la que estuve rodeado.
Me replanteo constantemente qué hacer, por que, no siento lo mismo, como si las relaciones se fueron desgastando.
Aunque en cierta manera, sé, que yo soy participe de ese desgaste, que yo de alguna manera, me volví intolerante, que ya no soy lo mismo de antes, que no busco lo mismo que antes, que cada vez que los veo, no me pasa nada. Como si de alguna manera, la rutina y el paso del tiempo, extirparon de mi, todo ese amor que sentía lentamente, sin darme cuenta.
No sé qué hacer para remediar esto, siento que tengo que oprimir mis pensamientos, porque no puedo, siento que todo el tiempo hay una lucha interna entre el amor y la resignación...
Tengo que cambiar mis actitudes, no me gustan, no me hacen bien.
Tengo que hacerlo, por mi y por los demás.

Estoy muy shockeado.
Fue algo que por un lado, me esperaba, pero por otro lado, no de esa persona.
No sé si estoy enojado, apenado, triste, o si me da gracia al final de cuentas.

No es por justificar, pero en cierta manera entiendo sus actitudes, mas no dejan de molestarme.

Me queda como reflexión, si la gente realmente cambia, o si se muestran luego de un tiempo, como realmente son.

Estoy desconcertado... No sé si debería siquiera escribir esto en caliente, a lo mejor tengo que esperar...
Me ofusqué.

Insomnio, trance...La mente no deja de trabajar, de maquinar...
Es en las largas horas de la noche donde realmente logro conseguir la concentración necesaria para poder pensar en todo lo que me está pasando.
Y fue esta madrugada, la que pude conseguir muchos progresos realmente.
Conseguí realmente alcanzar tal concentración, que incluso, llegué a las lágrimas, pensando en cómo todo cambia todo el tiempo y a gran velocidad.

Es el cambio, lo que hace que todo sea caótico y difuso, porque no hay bases en las que uno pueda sostenerse, ya que todo se viene abajo.
El cambio es muy importante, pero uno tiene que vencer esa línea para poder avanzar a su ritmo y no quedarse petrificado por la realidad dinámica.

Es el cambio, el que me hizo así, y es el cambio, el que me sigue cambiando, pero no sólo a mí, sino que a todos, y muchas veces, no logro comprenderlo. Y por esto, comienza el conflicto...

Quizá, odie el cambio, y me gustaría vivir en un universo totalemente inmutable, pero el cambio es divertido y es impredecible...
Es esta aleatoriedad, la que me hace dudar constantemente.  No llego a comprender si lo que piso es tierra o un precipicio...

Fue entonces, esta madrugada, la que pude comprender que ese cambio, me convirtió en algo que no quiero ser, y que incluso, me hizo ser algo que no sé si soy...
Siento como poco a poco me fui alejando de mucha gente querida y que, en cierta manera, he desvalorizado todo lo que tengo a mi alrededor, porque es algo cotidiano y aparentemente infinito.
Ayer me di cuenta, que mi total frialdad ante todo, es la causa de, quizá, TODO lo que me pasa, yo provoco  todo lo que me pasa, yo provoco la distancia, el alejamiento, el conflicto, el silencio, todo parte de mi...

Si todo parte de mi, yo soy el único que puede cambiar la realidad actual. Voy a intentarlo, intentaré mejorar, poco a poco, reír más, disfrutar más, sentir más, dejarme llevar...
Por que no sé realmente, si tendré algún día la oportunidad de decir todo lo que siento a los que realmente corresponden, así que, empezaré de a poco, he iré avanzando, explorando, viviendo...