No hay vuelta atrás aparente, como siempre...
El orgullo lucha, como siempre...
Todos perdemos, como siempre...
No aprendimos, no aprendemos, no vamos a aprender.
No existe resultado positivo luego de tanta guerra y mal estar.
El silencio perdura, el silencio es el único factor dominante dentro de esta guerra de miradas y roces.
Es el único mediador, el único comprometido a cambiar las cosas...
El atropello terminó acá, aunque a algunos quieran continuar.
Cada día es un paso hacia adelante, sin retroceder, una lenta lucha de poderes e independencia.
Todo lo que resta es seguir tranquilo y derecho, sin perder de vista el objetivo magno de la cruzada...
El silencio perdurará hasta que uno de el brazo a torcer, y no seré yo, nunca antes fue así, y ahora tampoco.
Firmeza y convicción.