mayo 02, 2010

No me merezco este trato tan despresiable.
Me hace sentir tan mal, tan triste, tan desesperanzado.
El destino me atormenta nuevamente con balaceras de recuerdos repiqueantes en mi memoria que desnaturalizan todos mis sentimientos, todas mis proyecciones, todos mis parámetros.
Esa imágen fue la más terrible y dolorosa que vi en mi vida, y no quiero repetirla. Se que debo resistir este embate, esta tormenta, que soy el único que puede sacarnos adelante a todos, me siento pesado, con una mochila cargada de metas y responsabilidades que no estoy seguro de llevar a cabo.
Estabamos tan bien... y siempre hay alguien que hace caer todo, que nos hace volver...
Se vuelve en mi contra tener la lengua desatada y afilada, es como si me mordiera con mi propio veneno, pero es la única manera que encuentro para hacerte entrar en razón de que siempre estuviste errada, de que nunca estuviste en el camino correcto. Por apostar, perdiste todo, y por jugar, te aburriste, ya no encontrás más nada que llene tu tiempo.
A veces aferrarte a eso que querés tanto te puede perjudicar, te puede exorcisar, te puede hacer sufrir, te puede hacer reir, y te puede hacer llorar.
 No hay espacio para la reflexión, ya que ese tiempo caducó hace años, ahora hay que demostrar lo que sabemos con acción, con fuertes convicciones, con ganas de encontrar la salida a esta encrucijada mortal que nos viene persiguiendo hace años.
Un frío abrazo siento a mi alrededor, como si el destino mismo intentara alejarme, o intentara acercarme hacia algo... y no puedo evadirlo.
Y el masoquismo nuevamente nos hace tropezar con la misma piedra, o quizá, para equivocada e inocentemente, volver a intentarlo, pero sabiendo el resultado, tentando la suerte.
No hay más por hoy, nada mas que lágrimas y culpa.
No encuentro otro método de comunicación...soy tan idiota, por momentos, tan infantil, que me doy  miedo.
Nosé porqué lo dijsite...me dolió mucho, pero me siento mal por haberte hecho sentir peor... no me arrepiento, pero me siento mal...muy mal...