Me siento preso de las circunstancias.
Me siento preso de las presiones.
Me siento preso de las responsabilidades.
Me siento preso de los mandamientos.
Me siento preso de los mandatos.
Porque todos ellos están generando un maelstrom de negatividad, de maldad, de arrepentimiento, de oscuridad.
Un torbellino de pensamientos retorcidos, están creando una persona rencorosa, revanchísta, pesada, negativa.
En el pasado, e intentado por todos los medios posibles, tratar de serte útil, tratar de satisfacerte, tratar de ser alguien con el que puedas sentirte identificado, con el que puedas conversar, charlar, desahogarte, llorar, y así fue durante un tiempo, pero creo que todos mis esfuerzos, nuevamente, han sido en vano.
Has encontrado otro hombro, otro espacio para expresarte, otro medio por el cual, hacés notar las diferencias que existen, haciendome sentir la peor basura de el Universo entero.
Es por eso, que no entiendo, por qué me pagás así, todos los favores, todas las situaciones, las escuchas, las veces que acudiste a mi en busca de algo...
Por qué? Pensás que con el simple materialísmo me vas a poder convencer? No, ya no.
Agradezco al tiempo, que me hizo madurar y darme cuenta la clase de persona que soy, y la clase de persona que tengo y que tendré al lado...
No emplearé más tiempo en intentar serte útil, satisfacerte, en hacerte feliz, porque no me sirve, porque encontraste otro que lo haga por mi...
Porque como dije antes, yo soy tu némesis, soy el espejo donde no querés mirarte.
Soy el resultado de todos tus primeros errores, de todos tus primeros intentos, de todas las castraciones, de todos los intentos fallidos, de los primeros pasos en la arena.
Y así es que me formé, entre tantas carencias, no, corrijo, entre excesos, de todo tipo.
Por este tipo de cosas, me he vuelto así.
Ustedes esperaban mucho de mi, y yo esperaba mucho de ustedes.
Una serie de hechos desafortunados, que no hicieron más que alejarnos día a día...
Quién sabe si en algún momento encontraremos el equilibrio.
De una cosa estoy seguro ahora.
Todos esos errores, me están perjudicando, a tal punto, que me he vuelto mi peor enemigo, me he vuelto mi propia trampa, mi propia traba, mi propio veneno.
Soy yo, contra mi mismo, nuevamente, debatiéndome violentamente.
Observando, esperando, no hay más que hacer.
No hay nada ni nadie, que pueda sacar este veneno que tengo, esta negatividad.
Por que solamente yo puedo pelear contra mi mismo, porque soy yo, contra dos yo. El adulto y el inconcluso.
Sólo espero en algún momento poder encontrar el equilibrio.
Espero, poder ganar, porque, este último tiempo, he escapado, corrido como un cobarde, escapado de mis problemas, escapado de mi mismo.
Quizá, algún día, pueda salvarme de mi mismo.