Estoy totalmente enceguecido. Por momentos siento que se me fue un poco la mano con todo esto, sin embargo, sigo firme a mis convicciones.
No preguntes el por qué, lo olvidé, olvidé muchas cosas que sucedieron, olvidé lo malo, pero lo bueno persiste por alguna inocente necesidad de mantener vivo algo en agonía.
Olvidé como empezó todo, olvidé el proceso, encerré los recuerdos. No hay necesidad de continuar con algo que no puede sostenerse, con algo que se cae con su propio peso. Un esfuerzo innecesario, una pérdida de tiempo, probablemente los ignorabas, pero yo no podía seguir con esta farsa. Me rehúso a continuar.
Dejo abierta la puerta, doy lugar a la posibilidad de un posible rescate, por que no estoy enojado,  no con tu pasado, sino con tu presente. Cambiaste y cambié, no somos los mismos, cada uno por su camino, justamente, alejados, sin nada más que compartir, pero si algún día te das cuenta de todo lo que eras y te perdonás vos mismo, yo voy a estar ahí, por que como dije, no estoy enojado.
Hay personas que no pueden comprender que el alejamiento es para no seguir abriendo una herida, para no seguir lastimándonos sin razón, para no seguir peleando, el alejamiento es salud, el alejamiento es paz.
Deseo realmente, que algún día vuelvas a ser la persona que eras, esa persona que yo quise en algún momento, esa persona que fue como un hermano, esa persona con la que compartí tanto, por que un amigo no se va todos los días, y yo perdí uno, uno muy especial, y eso no es digno de festejar.
Por eso voy a esperar tu regreso, por que quizá algún día recapacites sobre todo lo que nos pasó, y sobre todo lo que hiciste, todo lo que nos hiciste a todos, por que nada es gratis... Por que aunque el resto siga aplaudiendo tus chistes, yo voy a seguir con el ceño fruncido, voy a seguir mirando enojado todo eso que ahora sos, esa persona totalmente distinta...

Por que aunque todos crean que estoy enojado con vos, e intenten hacerme entrar en razón, realmente no pueden comprender que no estoy enojado con mi amigo, simplemente estoy ignorando a un desconocido que se coló en mi vida.

Siempre fui la oveja negra, a la que el lobo intentó comerse durante mucho tiempo, a la que el lobo intentó  ocultar del resto, a la que al lobo le daba vergüenza enfrentar y perder, a la que el lobo, se resignó cansado de intentar derribarla, pero ahí está, intacta!
Incómodo a sus ojos es ver cómo la oveja sale a la luz, a pesar de haber vivido una vida terrible y desagradable en muchos aspectos, al haber vivido confusiones y caídas, pero allí está.
El lobo se siente amenazado, al ver que el rebaño se disipa, que el rebaño escapa a su tiránico poder, al ver como todo se le va de las manos.
El lobo siente miedo, porque la oveja escapa lentamente a pesar de haberla dejado muy mal herida, siente angustia, por no poder lograr someterla.
La oveja siente euforia, puede sentir la adrenalina liberarse  al sentir la pronta libertad, al sentir que pudo escapar de las fauces del lobo.
Hay confusión y melancolía entre ambos, no saben bien por qué, quizá la oveja merecía quedarse y el lobo siente pena al recordar el daño logrado en vano, pero en el fondo entienden, que toda relación de poder, debe ser así, quizá no logran comprender el significado de tantas emociones juntas,de tantos finales.
Es probable también, que la oveja intente encontrarlos luego, para sentir el vértigo nuevamente, pero ocurre que no hay vuelta atrás, cruzó un límite inalcanzable ya para el lobo, ahora se encuentra sola, y no conoce dónde ir... Se encuentra en una posición extraña y agradable al mismo tiempo, sabe que puede sobrevivir, pero no sabe cómo hacerlo sin la presión que ejercía el miedo...
El lobo quedó totalmente superado por la situación, sin saber cómo reaccionar tampoco, sintiéndose culpable, esperando no cometer el mismo error nuevamente, pero vuelve a fallar... No sabe bien porqué, quizá fue el remordimiento, sólo intenta culpar al prófugo, sólo tiene en su mente, la imagen de la oveja escapando, no sabe cómo tomar las riendas de la situación, siente que todo se le desborda, siente la presión ahora, de saber que el que observa es la oveja desde lejos "su fracazo", se siente observado y vacila, no puede contener el miedo de sentirse en la mira.
No sabe el lobo cómo podrá seguir así, fallando, pero la oveja sabe, en el fondo, que su inconsciente lo traiciona todo el tiempo, sabe, al fin y al cabo, que el lobo quería a la oveja.

Existe latente una nostalgia que crece a cada minuto, una ligera esperanza de recuperar ciertas cosas que estaban perdidas, con cierta gente que por escasos motivos, desapareció por un tiempo.
Una necesidad de volver el tiempo atrás, y experimentar ciertas cosas, volver a sentir el vértigo y la adrenalina de esconderse y sentirse ilegal ante los ojos del resto.
Sentirme revitalizado, sentir, que aunque sea algo quedó de aquel pasado tan dorado que alguna vez supimos cosechar.
Un pasado que por momentos se tornaba hasta conflictivo y oscuro, pero que escondía una magia que nunca más pude encontrar, una magia que fue desapareciendo tan lentamente que no me di cuenta cuándo la perdí, cuando pude percibir su sabor por última vez.
Me cuesta no idealizar ese pasado lleno de momentos únicos, lleno de errores, pero llenos de frescura y risas. Siento que a medida que pasa el tiempo, toda esa magia se fue dispersando, ya no es lo mismo de antes, nada tiene el mismo sabor de antes, porque ahora, los errores se pagan caro, o quizá, todos esos errores que cometí, los estoy pagando ahora...
Fueron años de excesos, años de placer y euforia, años que culminaron lentamente, pero que permanecen en mi memoria, como un vivo recuerdo que espero en algún momento, volver a recuperar.